viernes, 16 de septiembre de 2011

Presencias


Algo crece en mi.

algo que habita en el silencio de las voces.

Y me llama,

me aviva el pensamiento,

con luces blancas,

que en medio de la oscuridad,

tienen bocas,

y alas.


Es su sonido en el viento,

su susurro al alba,

el que hace impenetrable,

su estancia en el altar del templo.


Caos.

Lagrimas.

Esas que ejercen un canto a la soledad,

y tejen los sublimes,

colores del espejo sideral.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Lluvia

La enmascarada lluvia,

hace sentir su lienzo,

en mi ventanal.


Y hay un temblor en mi cielo,

donde la sed por lo fundamental,

se a desvariado.


La poesía rota.

Las palabras carentes de melodía,

se sienten en mis manos cansadas.


Y la ausencia se restituye en estas letras.

Donde por gracia divina,

Se transitan las hojas de mi penar.


Y el fuego silencioso del alma,

ha acapardo las columnas de los sueños.

Como un infernal ocaso de mil estaciones.


Mientras tanto,

tu,

te reclinas ausente.

Recorriendo cada verso mustio,

de mi colmena.


Agasajo furioso de llanto.

Las lágrimas anidadas en la pared,

hacen recuerdos.

Y el deslumbramiento por lo estable,

hace de mi un cuento sin terminar.


Azul en mi estación perdida.

Los náufragos ojos,

donde habita la memoria,

se han tornado en tiempo.

Y la noche de plena nostalgia,

se ha ido.


Ha claudicado,

el verso sencillo,

donde el espíritu,

deambula al alba.

martes, 13 de septiembre de 2011

Libre, Amor

Amor de mi consciencia,

Arrebatado de colores inhóspitos.

Como una gacela,

Corres por el infinito,

Bosque de la memoria.


Se libre al viento,

Al firmamento de estrellas.

Coloca tu mano en la rosa del olvido.

Y penetra en mí como un rayo de luz.


Cálida tu estancia en mis recuerdos.

Una avidez de sorprendente ternura se refleja en las aguas,

Es tu manantial vivo.


Sueño de mil estaciones,

Donde los verbos se conjugan,

Para interpretar un canto.

Ese es el aliciente de tu mirada.


Cabalgas en medio del desierto.

Caballo blanco.

Te refugias en los oasis de las horas,

Como queriendo acaparar el tiempo.


Luchas inconteniblemente con el silencio,

Lo amas,

Lo adoras,

Y sin quererlo viene sutil en medio del suspiro.


Adelántate a Roma,

Vístete de sol y camina en la hierba,

Acaricia la ofrenda de Dios,

Dejada en tu portal.

Y reivindica tu amor,

Derrotando al miedo.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Contacto



Salir de este oscuro recinto.

No quiero encerrarme en mi misma.

Pedir por ti,

Seria un verdadero milagro.

Las voces,

Son las que me ayudan a superar,

Las esferas que abarcan el pensamiento.




Solo así,

Por medio de la tinta negra,

Torno lila la esperanza,

Y aviento un redoblar de campanas a mi espíritu.

No hay azar.

El camino de la encrucijada,

Que hace a mi espacio iluminarse de luces,

No tiene sentido externo.

Todo cambia de estancia.

Todo se mueve,

En este espacio en blanco.

Sin embargo yo perpleja en mil estaciones,

Me mantengo estática en tu sombra.

Acariciando tus cabellos,

Estableciendo contacto,

Con tu alma.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Lo Oculto


Tú haces que el silencio de la vida,

Que es frío,

Se remuerda el corazón.

Te alimentas de gracias imaginadas,

Y como tantas otras,

Albergas la manada cautiva del soñador.


Quieres,

Posees,

Te reivindicas,

Colocando luces en el camino hacia el portal.

Luego en un instante de sombra,

Desapareces de la luz,

Y te conviertes en oscuridad.

Y de aquí se rompe la negra noche,

Cautivando la memoria mas vieja.

Pero tu,

Ladrón de espejismos,

Clavas tus garras,

En mis muslos,

Para que no se oculten mientras el asecho envuelve tu espíritu.

Andas de cazador de almas.

Arrebatando el silencio,

La calma,

La penumbra.

Para convertirla en cenizas.

Sabes que he de morir de cosas asi.

Esperas,

Te adentras.

Hasta que mi muerte,

Esa de la sombra azul,

Llegue y llene el vaso donde se deposita la ofrenda,

Destinada a la poesía.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Fuego



Los espacios vacíos.

Los que se encuentran en el agujero negro del alma.

Son esos los que sin querer,

Han despertado a la bestia,

Que dormía placidamente en mi interior.

Garras y torturas,

Al corazón penitente.

Un estallido de lágrimas,

Un canto sordo al cielo.

Hasta el horizonte de recuerdos,

Se a posado el olvido,

Que infructuosamente a querido,

Guardar la sonora revolución de mi espíritu.

Nada que hacer.

Los cirios han sido encendidos,

Y el umbral esta preparado,

Para el dolor.

Vuelve,

Camina.

Restablecer los pasos,

Descalza por el fuego.

Es enfrentarse a la sombra…como antaño.

Desquebrajar las grietas ya existentes,

Es morir en vida,

Enterrarse en si misma,

Dejando que la tierra se alimente de ti.

martes, 6 de septiembre de 2011

Azul

Cantar es un sueño largo.

Sonámbula, guiada por un desierto.

La vida se conforma con eso,

Con el deambular eterno del pensamiento.

Con las esferas marcadas de designios.

Es padecer y claudicar en un silencio.

Desvanecerse.

Ahuyentar y exorcizar el alma de la sombra.

Atraparse uno mismo en las redes de Maya.

Hilachar la luz en un contexto de palabras azules.

Azul.

Siempre el azul.

Es menester de esta tarea a la que me dedico,

El guardar el tiempo en un cofre de verdades.

Y someter al viento todas mis irrealidades.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Inercia


Al sonido sordo del silencio,

Le aviento una esquiva sonrisa.

Me atrevo a palpitar en sentido contrario a la marea.

Cargada de una ola tempestuosa de sensaciones.



Y dí tanto de mí,

Que con el ardor del día me convertí en cenizas.

Quise palpar un sustento,

Y me adentré al oscuro espacio de un espejo.

Clave mis uñas a la carne de mi espalda,

Y como amordazada,

Cumplí con la palabra seca de mi boca.

Adherida a mi piel,

Está la navaja que corta a la sombra.

Y dejo atrás todo aquello que leí sobre el espíritu.

Para coexistir conmigo misma.

Estos laberintos.

Estas estaciones.

Te alejan…lo sabes.

Las palabras incesantes.

La boca cosida por un naufragio callado de memorias.

No deja de ser yo la que habita en el bosque.

Atiborrada por unas monedas doradas que establecen las columnas de mis sueños.


Y callo la inercia de mi tiempo,

Cuando falsifico las ideas de mis sentidos.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Catarsis



El agujero de la noche.

Un nunca a la esperanza dormida de un silencio.

La efervescencia de la dama alegre,

Se ha inundado de memoria.

Caliente el suelo de la casa blanca.

Donde se refugian las estaciones tendidas de misterio.

Ahora se tornan lilas,

Las palabras,

Que crecen y aumentan en número,

Como una legión de bestias,

Que desgarran las comisuras del traje negro.

Son los soles negros,

Los que se retuercen en el firmamento endeble.

Donde la que mira por la ranura de la pared,

Esta cantando.

Y se mira,

Se deleita de manías concebidas,

En alas de una locura.

Catarsis.

Y cuando en ella llegue la luz,

Estará consumiendo estrellas.

Y vivirá en pos de un soplo.

Y al cerrar sus ojos,

Se estremecerán las criaturas ávidas de designios,

Y será un prodigio el cirio en el umbral.

viernes, 2 de septiembre de 2011

La Flor y EL Caminante

Calidez.

No puedo hablar con esta voz.

Solo las voces que deambulan en el crepúsculo,

Restablecen mi fuego interno.

Caminante de blancos preámbulos.

Semejante al zafiro,

Tiemblan tus manos,

Al recuerdo de la memoria que alucina tinieblas.


Y al observarme desde tu estancia,

La fugitiva gota de rocío,

Que a impregnado mi alma,

Alimenta discretamente mi curiosidad.

Azul.

Los ojos que acarician la noche de estrellas.

Descalzos tus pies que se asoman por las escalinatas del recuerdo.

Y admiro y revivo el temblor fugaz de mis hojas,

Que durante tu fijación en mi,

Atenúan la morada de mi silencio.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Poema


El poema que se abre,

Ese que no digo.

El que se menciona así mismo,

Como la sombra.

Se descubre por un reflejo,

En el alma de los espejos.